viernes, 10 de diciembre de 2010

GUILLERMINA VELEZ




GUILLEARTE
Guillermina Vélez
Siempre he sido una gran admiradora de todo lo relacionado con el arte. Desde muy niña empecé a desarrollar el talento y el amor por las artesanías, comencé haciendo trabajos en croché y malla, a medida que iba creciendo crecía conmigo el talento y el interés por hacer productos nuevos y diferentes.

Experimentando Con materiales naturales como él chocho indio, el totumo, la guadua, la guasca de plátano, el bejuco, etc. que son originarios de la región donde vivía (Yolombó - Antioquia) llegué a la conclusión que podía mezclarlos con el tejido, fue así como empecé a elaborar los modelos atrapasueños y también collares, aretes y otros.
A pesar de que conocía de herramientas apropiadas para la fabricación de dichas artesanías, y estas quedaban con una apariencia rustica se vendían, ya que a las personas les gustaba por que veían un producto diferente.
Con los dineros de la venta ayudaba para mi hogar y fui ahorrando un poco, hasta tener el dinero suficiente para comprar algunas herramientas.
En el 2000 tuve una situación económica muy difícil y como el pueblo es pequeño la mayoría de personas tenían ya de todos los productos que yo fabricaba, y por supuesto no iban a comprar de lo mismo, pensé que tenía que actuar rápido, y sacar productos novedosos y diferentes al mercado si quería seguir sosteniéndome económicamente con mi hijo.
Entonces un niño de una casa vecina estaba jugando, chutando con el pie una semilla de cóngolo, mientras él jugaba yo pensaba, si a esa semilla se le abriera un hueco en el centro se tallara bien, un corazón y se pudiera tejer semejando una tela de araña quedaría un dije listo para aplicarlo a collares, manillas, etc.
Negocie con el niño la semilla, dándole en cambio una manilla de las que estaba haciendo, y me dijo que me iba a conseguir más. Comencé a trabajar en la semilla como lo había pensado la tallé y la tejí a mano con hilos muy finos de los colores que se estaban usando en ese tiempo, tejí el cordón con trenza de macramé y se lo coloque al dije y adorne con plumas, y quedo listo un hermoso y novedoso collar, el cual por sus características lo llamo collar atrapa sueños.
Después por problemas de violencia en mi pueblo, me toco venirme para Medellín, dejando todo mi proyecto de vida que tenia haya y empezar de cero, pero supe de la existencia de los cedezos y el apoyo que le brindan a los artesanos, empresarios, y me desplace al que me quedaba más cerca el de Santo Domingo hablé con el coordinador para que me diera la oportunidad de un puesto para vender mis artesanías, entonces el me dijo que llevara mis productos para verlos y así empecé con todo el proceso de fortalecimiento de mi empresa.
En el 2007 fui ganadora del concurso antójate de Antioquia, ahora estoy participando en un programa de cualificación con artesanía de Colombia también apoyada por el cedezo, el banco de las oportunidades y la alcaldía de Medellín.
Doy gracias a Dios y a toda la red de apoyo que la alcaldía de Medellín (Cedezo, Banco de las Oportunidades) puso en beneficio de nosotros los empresarios.

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